Los gendarmes de la dictadura de Daniel Ortega–Rosario Murillo, en el departamento de Estelí, arrestaron a Santos Camilo Bellorín, de Pueblo Nuevo, y lo acusaron dentro de la Ley No.1042 «Ley Especial de Ciberdelitos«, cuando ni siquiera tiene acceso a internet
Bellorín es originario de la comunidad Guasuyuca, tiene 56 años de edad y toda su vida se ha dedicado a la producción de granos básicos y de café. Sus parientes relatan que él ni siquiera tenía un celular con acceso a internet, su teléfono es básico y no permite conexión, por lo que resulta absurdo que lo acusen de cometer “ciberdelito”.
Asegura el Ministerio Público que el campesino desde marzo de 2021 ha hecho uso de las redes sociales para provocar “alarma, temor y zozobra” entre la población del municipio de Pueblo Nuevo, Estelí.
El hombre también está acusado de faltar a los artículos 410 y 412 del Código Penal, por lo cual le suman la comisión de delitos de menoscabo a la integridad nacional, provocación y conspiración en perjuicio del Estado.
En la audiencia preliminar realizada el 23 de noviembre, la jueza orteguista Alma Pino Irías, admitió la acusación y programó la audiencia inicial para el próximo 3 de diciembre. Como medida cautelar impuso prisión preventiva para el campesino.
Erlin Camilo Bellorín Vanegas, hijo de Santos, informó que su papá fue detenido durante la noche del pasado 6 de noviembre. Una patrulla de la Policía de Pueblo Nuevo se detuvo frente a su casa y los agentes lo llamaron para que supuestamente les colaborara en una investigación. El campesino solía tener buena relación con la policía del municipio, por lo que con confianza accedió a acompañarlos. No obstante, en esa misma noche lo trasladaron al Complejo Policial Boris Vega (Conocido como Operaciones) de la ciudad de Estelí.
En “Operaciones”, Santos pasó recluido hasta el 10 de noviembre sin que la policía brindara información sobre el motivo de su detención y estuvo incomunicado con su familia. “Nosotros llegamos todos los días, pero no nos dejaron verlo ni una vez, solamente nos dijeron que estaba en un proceso investigativo. Pero no nos daban más información, por lo que expusimos un recurso de exhibición personal ante el tribunal de este departamento, el cual fue admitido. El 10 lo pusieron en libertad, pero el 13 lo volvieron a detener, tenemos más de 15 días sin verlo y hasta el 24 fue que por nuestra cuenta averiguamos sobre qué lo acusaban, porque no nos daban información”, resalta Erlin Bellorín.
Esa segunda detención por la que continúa preso, se registró luego que el 12 de noviembre agentes policiales se presentaran a su vivienda, nuevamente por la noche, pero no se encontraba en casa, por lo que el sábado 13, él fue por su cuenta a la estación policial, “voy a ir a ver qué es lo que necesitan, el que nada debe nada teme, entonces voy a ir por si hay algo más qué aclarar todavía” recuerdan que dijo. Desde entonces se encuentra prisionero en Estelí.
Desde que el pueblo nicaragüense alzó la voz en abril del 2018 contra los abusos de poder de la dictadura Ortega-Murillo, mantienen bajo prisión a varios líderes campesinos, a quienes acusan de diversos delitos prefabricados.
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