Julia María Serrano Ávila, de 29 años, madre de dos hijos asesinada por su esposo y padre de sus niños en City Heights, California, el 5 de diciembre de 2019.
Un hombre en City Heights acusado de ejecutar con una escopeta, a la madre de sus dos hijos el día que ella tenía la intención de entregarle los papeles del divorcio fue condenado el lunes 6 de diciembre, por un juez de la corte de distrito de San Diego, California a 35 años a cadena perpetua en una prisión estatal.
Julia María Serrano Ávila, de 29 años, fue asesinada en un tiroteo el 5 de diciembre de 2019. Su esposo, Fernando Ávila, de 28 años en aquel entonces, quien huyó a pie del lugar, luego fue arrestado como único sospechoso en el caso.
Más tarde, Ávila se declaró culpable de un cargo de asesinato en primer grado y una acusación de arma de fuego en relación con el caso.
Los documentos judiciales indican que la pareja había estado casada durante casi siete años, pero que Serrano había solicitado el divorcio poco antes de que la mataran.
Fernando Ávila, de 30 años actualmente, condenado a 35 años a cadena perpetua en una prisión estatal, por la ejecución con una escopeta de la madre de sus dos hijos, ocurrido en City Heights, California, el 5 de diciembre de 2019.
Durante la sentencia del lunes, Ávila se disculpó con la familia de Julia “por hacerte pasar tanto dolor” y sus hijos “por quitarles a su mamá”.
Según la fiscal de distrito adjunta Karra Reedy, una discusión entre los dos en su casa de City Heights se desbordó en la calle. Una vez afuera, dijo el fiscal, le disparó en el hombro.
Julia Ávila recibió un disparo al estilo de una ejecución en la calle frente a una casa de empeño alrededor de las 5:30 a.m. situada en 3800 de la calle 46, City Heights, California dijo el fiscal, a unas cuadras de la casa en la que vivía con los dos hijos de la pareja.
Luego, Ávila hizo que su esposa herida se sentara en la acera, donde él «le disparó directamente en el pecho«, dijo Reedy al juez de la Corte Superior Joseph Brannigan durante la lectura de cargos de Ávila en la Corte Superior de San Diego el 9 de diciembre de 2019.
Las imágenes de vigilancia captadas de un negocio cercano mostraron a Ávila seguir a Serrano por la calle, luego dispararle por segunda vez a quemarropa, según los fiscales. En la grabación, Ávila se ve arrodillado sobre la víctima siguiendo el disparo, dejando el lugar brevemente, luego regresando y arrodillándose sobre la víctima nuevamente.
Las imágenes de la cámara corporal de un oficial de policía de San Diego reproducidas en la audiencia preliminar mostraban a Ávila esposado y colocado en un vehículo patrulla, llorando, y preguntando repetidamente a un oficial si su esposa estaba bien.
La policía de San Diego dijo que al menos tres personas presenciaron el tiroteo. Violeta Márquez, quien vive al lado de la familia, dijo que escuchó gritos por primera vez y llamó al 911. Luego, fue testigo de cómo Ávila disparaba dos tiros a su esposa.
“Ella se sentó en la acera y fue entonces cuando no sé qué le dijo”, dijo Márquez. “Y como segundos, le disparó de nuevo”.
Ávila se quedó y la abrazó antes de partir a pie, dijo Márquez.
Los testigos dijeron que la pareja estaba discutiendo antes del tiroteo, que ocurrió a pocas cuadras de la escuela primaria Rosa Parks y el centro de la ciudad del vecindario.
La sargento, Michelle Velovich dijo que la discusión comenzó dentro de su casa y se pasó a la calle y finalmente fuera de la casa de empeño, que no tiene afiliación ni con el sospechoso ni con la víctima.
Ávila luego disparó a Serrano una vez fuera de su casa. La policía dice que encontraron un cartucho de escopeta y sangre en el lado del vehículo de la pareja, que estaba estacionado en la calle justo fuera de la residencia.
Tras el primer disparo, la víctima corrió luego a la esquina de la calle 46 y la avenida Universidad, donde según testimonio se sentó en el bordillo.
Serrano murió en el lugar, y Ávila fue arrestado poco después. La escopeta estaba ubicada en el césped del jardín delantero de la pareja, dijo la policía.
Según testimonio, se encontraron los papeles de divorcio en el bolso de la víctima dentro de la casa.
No estaba claro cuánto de los disparos presenciaron los niños, estaban dentro de la casa en ese momento. Los niños, identificados por los vecinos como de entre 8 y 12 años, fueron llevados para quedarse con miembros de la familia, dijo el Departamento de Policía de San Diego (SDPD).
Julia María Serrano Ávila había solicitado el divorcio el 25 de noviembre de 2019. Estaba planeando entregar a Ávila esos documentos, le dijo su padre, Pablo Serrano.
“Era mi baby”, dijo Serrano. “Que le diría yo al juez que no hay justicia, esa no fue justicia, justicia hubiera sido que le dieran cadena perpetua”.
La familia de la joven madre que murió aseguró que sienten defraudados por esta decisión.
“Él de todos modos va salir a vivir, a mi hija ya la tuve que enterrar yo”, señaló el padre
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